Ernie Pike. Héctor Germán Oesterheld, Hugo Pratt. Col. Hugo Pratt nº14,17,24,25. Norma Editorial. Cartoné. 64 págs. Color.
En el año 1957, dentro de la mítica revista Hora Cero en su primer número y junto a un sumario de infarto, aparece la serie Ernie Pike. Escrita por Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 1919) y dibujada por Hugo Pratt (Rimini, Italia, 1927), fue una serie de temática antibelicista. Ahora puede resultarnos en su planteamiento algo tópica pero en aquel año, la representación de los alemanes y japoneses supuso un cambio de visión por encima de banderas o colores. Aquélla fue su grandeza, su signo de identidad. Se convirtió en un éxito. Su presencia se hizo inevitable en las revistas de la casa: Hora Cero Semanal y Hora Cero Extra. Intervinieron otros autores en el dibujo para cumplir con las fechas: Alberto Breccia, José Muñoz, Solano López, etc… La serie está narrada por Ernie Pike, un reportero de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, que busca pequeñas historias repletas de interés humano. A veces la aventura se inicia con Ernie, en otras ocasiones entramos en el relato sin ningún preámbulo. Oesterheld se basó para crear a su personaje en un periodista americano Ernest Taylor. Le llamaban Ernie Pyle. Fue el corresponsal de guerra más leído durante aquel tiempo. Su biografía impresionó a Héctor. Sobre todo su muerte. Apenas, a cinco meses para acabar la guerra, en la isla japonesa de Leschima, fue abatido por un francotirador. Era abril de 1945. Llevaba un papel arrugado en su bolsillo: “La guerra sólo produce hombres muertos en masa, país tras país, mes tras mes, año tras año”. De un virtuosismo narrativo sin precedentes, en esta serie se forjaron dos leyendas de la historieta, Oesterheld y Pratt. Más tarde, crearían por separado series míticas que los ensalzan por encima de épocas y gustos como dos grandes visionarios. Volvamos a mayo de 1957. Número uno de la revista Hora Cero, la primera historieta de Ernie Pike: Francotiradores. Comienza con un: “Quizá sea un relato amargo, pero creo que vale la pena leerlo… Un relato que mira a la realidad a la cara, sin falsos pudores, con todas sus miserias… Sin buenos ni malos… Pero con un protagonista odioso, cruel e infame… Más que ningún otro: ¡la guerra!”. Toda una declaración de principios. No la dejen pasar y léanla con atención.
© Pedro F. Navarro, 2008
(Columna Noveno Arte publicada originalmente en el periódico 30 Días en marzo 2008)
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