
El Eternauta (Edición especial 50 aniversario). Héctor German Oesterheld y Francisco Solano López. Col. Norma Editorial. Cartoné. 366 págs. B/N.
Una noche, un guionista de historietas recibe la inesperada visita de un ser que se presenta como El Eternauta, un navegante de la eternidad, un viajero del tiempo. Tiene una historia que contar. La relata. Habla de quién era él: Juan Salvo, un pequeño empresario y de cómo una nevada destruyó su vida. Jugaba a cartas con amigos. La nevada, fosforescente, comenzó a caer. Se dieron cuenta. Los copos, al tocar algo vivo, lo mataban. Tuvieron suerte. Hacía frío y las ventanas estaban cerradas. Ningún copo entró. Tras el cristal el paisaje era atroz. Sólo muerte. Ahora ellos eran como unos modernos Robinsones. Unos náufragos. La invasión extraterrestre había comenzado.
Héctor German Oesterheld (Buenos Aires, Argentina 1919-1978) y Francisco Solano López (Buenos Aires, Argentina 1928) guionista y dibujante respectivamente comenzaron a serializar esta obra en el primer número de la revista Hora Cero Semanal un 4 de Septiembre de 1957; finalizándola en el número 106 el 9 de septiembre de 1959. Sin lugar a dudas, El Eternauta marcó a toda una generación y fue un hito desde el inicio de su publicación. No era una historia más de ciencia ficción. Los autores la ambientaron en Buenos Aires. Y la ciudad pasó a formar parte del imaginario colectivo de este género. El guión, dosificado con maestría, atrapa desde la primera línea, pese a la contradicción que supone lo que hoy podría llamarse un “exceso de texto”, bajo la pluma de Oesterheld se transforma en una pulsión narrativa. Los dibujos son excepcionales en su componente de ambientación así como todo el trabajo de interpretación de los personajes que se transforman con el paso de las viñetas en seres poco menos que reales y cercanos. El objetivo de los autores se cumple: el lector se identifica con la historia. Quizás el hallazgo narrativo más importante de esta historieta sea el uso del personaje principal como “un héroe grupal”. Es decir, usar un conjunto de personajes como personaje principal lo cual añade a las interrelaciones un gran valor narrativo.
El Eternauta es un clásico de la historieta. Pero, ¿qué forja un clásico? Fernando Ariel García nos contesta. Es una obra con “la capacidad de repensarse permanentemente, de cuestionar el tiempo ido y el presente. Su estatura de clásico se erige no por la calidad de sus respuestas, sino por la vigencia de sus preguntas”. ¿Aún no la han leído?
© Pedro F. Navarro, 2010
(Columna Noveno Arte publicada originalmente en el periódico 30 Días en abril de 2010)