domingo, 31 de enero de 2010

George Sprott 1894 - 1975


George Sprott 1894-1975. Seth. Col. Reservoir Books. Random House Mondadori. 98 Págs. Color.

Una vida en viñetas. Instantáneas. Ni las más impactantes, ni las más transcendentes. Recuerdos. Un narrador en horas bajas reconstruye con dudas la biografía de George Sprott. ¿Es posible contar una vida a partir de los recuerdos de las personas que la rodearon? La respuesta, probablemente, es no.

Seth (1962 Clinton, Ontario, Canadá) no es un autor complaciente, su producción lenta es directamente proporcional a la contundencia y calidad de sus trabajos. Sus series, antes de ser recopiladas en libro, comienzan apareciendo en su revista: PALOOKAVILLE. En su ya amplia trayectoria ha entregado al medio un conjunto de obras mayores. Desde la iniciática La vida está bien si no te rindes pasando por Ventiladores Clyde o la inédita Wimbledon Green.
George Sprott 1894-1975 fue serializado en 2007 en el New York Times Magazine. La edición definitiva, más extensa, no ha visto la luz hasta el pasado año.
En este trabajo el autor vuelve a reinventarse. Cambia de registro acercándose a los postulados estilísticos de Chris Ware y su The Acme Novelty Library. En mi opinión, Seth le supera ampliamente, teniendo en cuenta que Ware no es un buen narrador.
George es un incansable explorador del Ártico. Rodaba documentales que más tarde a su regreso mostraba en sus conferencias. George no grababa la realidad tal cual era, la deformaba para generar ese Ártico idealizado que se mostraba en las novelas de aventuras. Prefería la leyenda a la realidad, y no tenía escrúpulo alguno para conseguir su objetivo. La televisión local CKCKTV le ficha y así nace uno de los programas de mayor repercusión: Hitos Boreales. George se transforma en una estrella mediática. El transcurso del programa, el paso de los años, nos narra la decadencia lenta, casi imperceptible de nuestro protagonista.

Seth nos ofrece una clase magistral. Cada plancha, cada retazo de vida ha sido trabajado hasta el mínimo detalle. La biografía de George no deja de ser una más. Aunque la impresión de realidad en nuestra retina adquiere una fuerza extraordinaria. En pocas páginas, tenemos la sensación de conocer al protagonista de siempre como un entrañable amigo. Sin duda, este trabajo será considerado una de las mejores obras publicadas en 2009. La vida de George Sprott resulta tan real que nunca estaremos seguros de que hemos leído un cómic. Ésa es la verdadera magia.


© Pedro F. Navarro, 2010


(Columna Noveno Arte publicada originalmente en el periódico 30 Días en enero de 2010)

1 comentario:

Jucagovi dijo...

Me da miedo trastear por tus post Pedro. La curiosidad me mata y con cada uno que leo me adentro más en un mundo tan desconocido como atractivo...
Te seguiré de cerca.