viernes, 6 de marzo de 2009

El silencio de Malka


El silencio de Malka. Jorge Zentner, Rubén Pellejero. Ediciones Glénat España. Rustica. 86 págs. Color.

La palabra EMET en hebreo significa verdad. Existe la creencia, y la fe, qué, si se escribe esta palabra en un hombre de barro, éste cobrará vida. Si se borrara la primera letra, el alef, la palabra resultante sería MET que significa muerto. Es entonces cuando el hombre volvería a ser barro. Este hombre, este mito recibe el nombre de Golem.
Jorge Zentner (Basavilvaso, Argentina, 1953) y Rubén Pellejero (Badalona, Barcelona, 1952) han colaborado juntos desde el inicio de la década de los ochenta. Sin lugar a dudas su trabajo más premiado y reconocido es El silencio de Malka, ganadora en 1997 del prestigioso premio Alph-Art en Angoulême a la mejor obra extranjera. Siendo además finalista en los premios otorgados por el Saló del Cómic de Barcelona.
Zentner nació en Argentina en el seno de una familia judía que había emigrado desde Europa huyendo de los abominables pogroms, palabra rusa que significa ataque o disturbio. Siempre intentó conocer la historia de esta huída aunque su abuela no la recordaba con claridad; hasta que alguien mencionó la palabra London. Los recuerdos volvieron lúcidos. Y narró el viaje desde Besarabia, en la Rusia zarista más profunda, hasta London, regresando de nuevo a Besarabia para huir hasta Odessa y de allí partir en barco a Argentina. “Cuando pasábamos por Brasil hubo una tormenta […] casi me caigo al agua; me salvó un primo, que estaba cerca y alcanzó a agarrarme de las trenzas. En ese relato, en esas trenzas pelirrojas está el origen de El silencio de Malka”, nos cuenta Zentner.
Malka es una niña judía que con su familia huye de Rusia hasta Argentina. El paraíso prometido en este país no es tal. Sequías, plagas, semillas de mala calidad harán que la vida en Entre-Ríos sea difícil y penosa para estos emigrantes. Hasta que un día Zelick, su tío, recibe ayuda divina por medio del profeta Elías y obtiene el permiso para crear un Golem. Zentner y Pellejero abandonan el registro de historieta de aventura para entregarnos un trabajo autobiográfico y poético, donde las líneas se sintetizan y el color embarga, donde cielos y campos adquieren el valor de personaje, y la vida, nace del barro cuando una palabra se escribe. EMET, verdad. No la dejen pasar.

© Pedro F. Navarro, 2008

(Columna Noveno Arte publicada originalmente en el periódico 30 Días en junio de 2008)

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